sábado, 22 de marzo de 2008

Y ustedes?



Acá estoy. Renegando de la soledad, tan sola, tan desesperante, no sé si cortarme el pelo o irme a dormir.
No me voy a cortar el pelo.
Voy a ver una película y voy a comer.
Voy a meterme en otra pantalla.
Hace diez minutos quería salir adonde fuese, a caminar 20 cuadras seguidas. No lo hice. Nunca lo hago, siempre me quedo a medio camino.
Es que me hicieron enojar tanto...y cuando me enojo me invade una ansiedad honda, producto de la impotencia, y entro en una súbita desesperación acompañada de una suerte de espasmos, todo un cuadro que va amainando luego de unos diez minutos o más.
Después me duele todo el cuerpo, básicamente la parte de los hombros y el cuello, y la mandíbula. Hago tánta fuerza con los músculos para descargar la tensión, que muchas veces hago un mal movimiento y me quedo por días con un dolor muscular bien agudo y localizado.
Así es cuando me enojo o cuando me preocupo.

Me debato entre el placer y el dolor de mi propia compañía, de mis cosas desacomodadas de esta y no de otra manera, entre el deleite que podría llegar a ser el ponerme ahora a pintar, por ejemplo, y el autoboicot de definitivamente no hacerlo.

Y la certeza de padecerlo en un 60% si lo hiciera.

Me debato entre querer compañía, y el haberme cruzado "justo" con alguien que no quiere modificarse. Que no quiere hablar.

La canción que suena dice "Dislocation".

Hace dos horas, cuando venía por la calle con la cajita de Romario con dos porciones de pizza, tenía esa sensación fresca, pensé: Esto es tan Buenos Aires... salgo de mi trabajo después de cerrar el local una hora más tarde por habernos quedado el dueño y yo hasta las doce charlando , despreocupados, o más bien tensionados y buscando esa charla de catarsis que tánto necesitamos los porteños y aporteñados antes de volver a lo que sea que nos espere en nuestros hogares... caminamos juntos hasta el quiosco, él sigue su camino, yo tardo en elegir, compro unas galletitas dulces y unas saladas, un chocolate y un par de cordones blancos para mis zapatillas, después sigo por la calle sola...tranquila, o más o menos tranquila...con dos películas en el bolso, una comedia con Peter Sellers y un drama con Anette Benning, hasta que paso por la puerta de Romario y el olor a comida me recuerda que tengo hambre y que debería comer algo...entonces me dejo arrastrar y entro al bolichito, miro los precios y los considero caros pero igual pido la comida, porque es la plata de mi trabajo. Y espero en la barra mientras analizo mi alrededor: la gente que come, familias, los empleados del lugar contando la plata de la caja, comprometidos con el trabajo en ese momento, la música que suena y el mesero que se mueve al ritmo mientras vigila el horno de barro... todo ello forma un decorado, yo vengo a ser la turista. Estoy recién liberada del compromiso laboral, y comienzo a (di)vagar con mi soledad.

Sigo mi camino y me siento cómoda, libre y cómoda. Cuando me siento libre y cómoda me siento más masculina y más femenina.

Entro a mi edificio de dos pisos, y me siento una persona de aire tranquilo y ahora le agrego errante.

Y no puedo dejar de pensar en Sábato y La Resistencia, y la alienación y las computadoras y la televisión.

Acá estoy, ésta soy. Más que nunca.
No vayan a creer que me estoy quejando! Increíblemente, no esta vez.










sábado, 15 de marzo de 2008

Mi pose actual




You´re a slave to the money, then you die....
I need to hear some sounds that recognize the pain in me...





Suena esa canción que es magistraaal !!

Qué bueno este descubrimiento de http://www.lastfm.com/

Y bueno, acá unas imágenes mías de este mismo instante...esta soy yo a las 2:33hs. (ya atrasé mi relojito) del Domingo 16 de Marzo del 2008.

Quién sabe...

Dentro de un momento puedo ser otra, así que por las dudas, lo registro.

Me espera Chabrol con "La Fleur Du Mal"...

Sigo recomendando fervientemente a INTERPOL, qué bien suenan en Jools Holland (así se escribía?) y en cualquier parte. Él es precioso, ha entrado un nuevo prototipo de hombre a mi target: un Paul Banks, con todo lo que ello implica, como por ejemplo la cara llena de lunares. Me encantan los lunares.

Pero sobre todo, con la gan contradicción: ese timbre de voz tenebrosa por un lado, y por otro, ese porte de nenito bien, bien (libre interpretación del "bien").




InterPaul
















jueves, 13 de marzo de 2008

U N T I T L E D

Yo dije que iba a escribir un diario....

Si hay una palabra que me caracteriza es: INCONCLUSA.

Suena un tema precioso de Julian Lennon, se llama Valotte, como su disco. Lo recomiendo.

Y la entrada de hoy bien podría tener que ver con la escasez de monedas...

De repente torné mi vista hacia mi derecha, y entre la disposición de los objetos, que siempre me atrapa, me llamó a focalizarme en ella una moneda. Redonda, me lleva a preguntarme primero que nada:





Cara o Cruz?








Y de inmediato me remito: Sin lugar para los débiles.

No puedo evitar remitirme, me gusta remitirme. Me gustan los objetos.


Me gusta la disposición de los objetos, la acumulación de objetos aunque la deteste, el significado y el significante de los objetos aunque no recuerde bien la definción de cada cual.



Me gustan el brillo y el contraste, y los sinónimos también.






Libro: El Túnel, de Ernesto Sábato.


Película: No country for old men, de los hermanos Cohen.


Disco: Hourglass, de Dave Gahan.


Concierto: Interpol en el teatro Gran Rex, Sábado 8 de Marzo:



miércoles, 5 de marzo de 2008

Telaraña















Si subís por un pasaje, o si te adentrás en un sendero.
Si escalás una pendiente o te dejás resbalar por ella.
Si te detenés una noche entera en la plataforma más alta de un anfiteatro.
Si te hundís en una serie de arbustos o en una serie de rascacielos y edificios más bajos.
No harás otra cosa distinta a escribir con tus pasos la misma implacable palabra.